Tambour edita Chapitres celebrando el Record Store Day 2017

Tambour, pseudónimo del compositor y pianista canadiense Simon Piché-Castonguay, y el sello discográfico Moderna Records, editan en ocasión del Record Store Day 2017 (el Día de la tienda de discos), Chapitres, un maravilloso vinilo de gran calidad de prensado con una selección de obras de Tambour editadas con anterioridad en este mismo sello.

Cada una de las caras recoge tres de las cuatro piezas de sendos álbums editados hasta el momento por Tambour, titulados Chapitre I y Chapitre II. Son composiciones de una delicada belleza, que nos dan una idea del inmenso talento que tiene Piché-Castonguay., un compositor que tiene calidad suficiente como para convertirse en poco tiempo en una de las grandes figuras de la música minimalista y neo-clásica o en formar parte de una nueva generación de compositores de bandas sonoras. Su obra me recuerda mucho a los primeros trabajos de Alexandre Desplat.

Tambour y Moderna Records

La relación entre artista y sello discográfico se inicia en 2015 con la edición de Chapitre I, una selección de obras escritas originariamente por Simon Piché-Castonguay para obras de teatro y espectáculos de danza. Ambos son de Montreal, Québec, y lo cierto es que el compositor se ajusta como un guante al espíritu musical de Moderna Records.

Al año siguiente se editan cuatro composiciones más bajo el título de Chapitre II. Se trata de un trabajo más complejo y elaborado que el anterior, aunque prefiero la frescura y descaro del primero. Sirve pasa que Tambour tenga una base sólida para cimentar su presencia discográfica, para demostrar que su proyecto musical tiene cuerda para rato.

Aunque en ciertos pasajes de sus obras se nota mucho la procedencia teatral o coreográfica de sus composiciones, Tambour logra hacérnoslo olvidar. Suele utilizar piano y cuarteto de cuerda como base para sus composiciones a las que, ocasionalmente, se les añaden otros instrumentos o añadidos de producción electrónica en un segundo o tercer plano que en muchas ocasiones son prácticamente inaudibles si no se es un oyente experto.

Cara A

Esta cara recoge tres piezas editadas en Chapitre I. Empieza con Waves (Olas), una pieza que arranca con una delicada melodía del piano, interpretado por el propio Simon Piché-Castonguay, a la que poco a poco se va incorporando un cuarteto de cuerda que le va aportando una nueva línea melódica y dota de tridimensionalidad y sentido a la composición. A partir de ahí, los instrumentos de cuerda frotada desarrollan la melodía central del tema y van aumentando y disminuyendo la intensidad de la misma, creando esas olas sonoras que dan título a la composición.

Esquisses oubliées (Bocetos olvidados) es una pieza en tres movimientos que deja en un segundo plano la presencia del piano, instrumento que se limita a colorear una mínima secuencia de notas, y que sirve de base para el lucimiento del cuarteto de cuerda. Es una pieza muy cinematográfica, como casi toda la obra de Tambour.

The Nude & The Quiet (El desnudo y el silencio) cierra esta cara A. Se trata de un tema quizás más reflexivo e introspectivo que los dos anteriores, que se me antojan más descriptivos. El mesurado equilibrio entre todos los elementos crea una estructura melódica poderosa y sólida, aunque a veces ese equilibrio corre el riesgo de romperse debido a la delicada paleta de sonidos. Para mi gusto, la obra mejor acabada de este disco.

Las diferencias de duración entre las versiones de esta cara A y las originales hacen pensar que es posible que se haya aprovechado esta edición en vinilo para volver a producir, editar o retrabajar estas piezas.

Cara B

La cara B recoge tres de las cuatro piezas de Chapitre II. La primera de ellas es L’apostrophe, una bella melodía iniciada con el piano y a la que se suma en una segunda repetición de la melodía inicial el cuarteto de cuerda. Es una pieza más nostálgica que las anteriores, en la que unas sutiles pinceladas con instrumentos electrónicos y un glockenspiel consiguen dotar de una atmósfera dramática que benefician enormemente a la composición.

Sleepers (traviesas o durmientes, dependiendo del contexto) es otra pieza de delicada factura con una estructura similar a las anteriores. El piano abre la exposición melódica y son las cuerdas y el glockenspiel los que desarrollan la melodía, creando en su conjunto un efecto de resonancias. En este caso se añade otro instrumento, el clarinete, interpretado por Elyse Venne-Deshaies, que añade una nota de color y vigor, especialmente en la segunda parte de la composición.

Finalmente, cierra este recopilatorio Farewell Museum. El piano inicia el tema como simple acompañante de las trompas, auténticas protagonistas de esta composición. El intérprete de este instrumento es Pietro Amato, quien figura como autor de la línea melódica de este instrumento. Aquí la electrónica y la post-producción adquieren un papel más importante. Melódicamente me parece la pieza más rica de todo el disco, aunque no llega a tener la solidez de The Nude & The Quiet.

Completan la nómina de músicos Rose Frappier, al primer violín, Audrée Leduc al segundo violín, Mélanie Venditti a la viola y Anaïs Constantin y Eugénie Lalonde al cello.

Valoración

Chapitres es un álbum realmente excelente. Los amantes de la música neo-clásica y del minimalismo van a tener en esta selección musical seis piezas de gran belleza y una sólida construcción. Este álbum es un vinilo de edición limitada y no me extrañaría que se convirtiera muy pronto en una preciada pieza de coleccionista. Yo me lo compraría con los ojos cerrados.

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